Casa de Dios y Luz para las Naciones es un santuario Cristo céntrico, orientada hacia las personas, sus necesidades espirituales y su búsqueda de la palabra de Dios. El Señor miró las multitudes que andaban errantes como ovejas sin pastor, y tuvo compasión de ellas. Nuestro mayor empeño como templo es poder consagrar al mostrar el mismo amor y misericordia que Jesús nos reveló a nosotros, y para unos a los otros.
Hagamos que el compartir de nuestra fe sea algo más común en nuestra vida cotidiana. Como Iglesia, trabajamos en función de ayudarte a encontrar el propósito para tu vida. Creemos en cultivar ámbitos donde la presencia de Dios sea tangible a través de la adoración, la oración y la constante comunicación con Él.
Somos una comunidad que se compromete a seguir e imitar a Jesús. Desde que fundamos nuestra Iglesia en 2021, nos hemos enfocado en transmitir el mensaje de Cristo a la comunidad. Somos una congregación bajo el propósito de servirles a los individuos en su camino a la salvación eterna y la divinidad.
Contamos con una unidad pastoral dispuesta a aconsejar, discipular y consolidar. Nuestra perspectiva principal como Iglesia es compartir la Palabra de Dios con el fin de restaurar vidas. Dios es manifestado a través del Pan y del Espíritu Santo. Visto por los ángeles, predicado a los gentiles, criado en el mundo y recibido arriba en la Gloria Eterna.
Casa de Dios y Luz para las Naciones
Como comunidad, Casa de Dios y Luz para las Naciones, nos enfocamos en formar discípulos unidos a Cristo y que vivan una vida acorde a su Palabra. Creemos en el único Dios viviente, eterno: infinito en poder, santo en naturaleza y atributos; y que es absoluto e indivisible. Estamos más que comprometidos en el progreso y desarrollo de nuestros hermanos y hermanas en su avanzar en el camino del Señor.
Ser Agentes de Transformación en el poder del Espíritu Santo, produciendo fuerte influencia en nuestra comunidad, invitando a niños, jóvenes y adultos, a que se conviertan en fieles seguidores de Jesucristo – Mateo 28:19-20.
• Vida de Santidad (Efesios 5:27)
• Buen Testimonio (Salmos 25:10)
• Adoración Genuina (Juan 4:24)
• Llena del Espíritu Santo (Efesios 5:18)
• Llena de Fe (Hebreos 11:1)
• Profunda Comunión Con Dios
• Oración Constante (1 Tesalonicenses 5:17)
• Sana Doctrina (1 Timoteo 2:1)
• Amor Fraternal (Juan 13:34-35)
• Compromiso con la Gran Comisión (Mateo 28:19-20)
• Dispuesta a Servir (1 Corintios 15:58)
“Ser Luz y Testimonio a las Naciones de la Hermosura y el Poder de Dios, dando así honor al padre, en el nombre del Hijo, por la comunión y la Unción del Espíritu Santo” – Mateo 5:14